La familia Rosàs – Majó siempre ha estado muy ligada y comprometida con Sant Cugat y Valldoreix. De tendencia muy liberal, durante el siglo XIX el abuelo de mi tatarabuelo, Francesc de Asís Majó i Fatjó, participó de muy joven en la Guerra del Francés y fue el jefe de la Milicia Liberal y alcalde de Sant Cugat del Vallés durante gran parte del periodo que va de 1830 a 1850. También lideró la revuelta de 1835 contra los Carlistas y el Monasterio de Sant Cugat, momento que se aprovechó para forzar a los últimos monjes a abandonar el monaterio y quemar gran parte de la documentación allí existente en la que se sometía la mayor parte de las propiedades de Sant Cugat a sus censos.
La involucración en la política local ha sido común en las últimas cinco generaciones, llegando hasta la alcaldía tanto mi bisabuelo Albert Rosàs y Macià (de 1945 a 1947) como mi padre Jesús Rosàs (en Valldoreix).
Más allá de la actividad política, Can Majó fue un gran impulsor del actual modelo de la ciudad de Valldoreix, dónde sólo existen casas unifamiliares, evitando la saturación causada en la urbanización de fincas en Rubí, Terrassa o Cerdanyola. Entre otros, Can Majó hizo grandes cesiones de terreno para poder instalar las escuelas públicas de Valldoreix a principios de 1960.
Toda esta rica historia, llena de anécdotas y detalles, ha pasado de padres a hijos y, en gran medida, está reflejada en la masía. Cada rincón de la casa y de la finca tiene una razón de ser que estaré encantado de explicaros en persona.
Josep Rosàs i Espejo